"Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad". Dr. Daniel Goleman
La Inteligencia Emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo, acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
A travez de los últimos descubrimientos en biología y ciencias del cerebro, fue posible incorporar nuevos conceptos a los tradicionales de inteligencia. Las emociones influyen en desempeño laboral y en la vida.
Con sus investigaciones, Goleman concluye que es la inteligencia emocional ( y no el CI) la determinante para el éxito laboral y personal. Gardner con su modelo de “inteligencia múltiple” incluye dos variedades personales.
Y con Stephen Covey y la creación de los hábitos para la gente altamente efectiva, se pueden integrar los concepto de manera de mejorar las competencias de los profesionales.
La actividad de diferentes partes del cerebro (neocorteza o subcorteza) determinan el intelecto o la inteligencia emocional. P.Salovey y J. Mayer definían la inteligencia emocional el función de la capacidad de monitorear y regular los sentimientos propios y ajenos , y de utilizar los sentimientos para guiar el pensamiento y la acción.
“Aquel que conquista a otros es fuerte;aquel que se conquista a sí mismo es poderoso”.
Lao-Tse
Lao-Tse