5.10.10

MUJER Y TOMA DE DECISIONES

Escrito de la Lic. Lydia Libertini



 Sólo es posible y se tiene capacidad para tomar  decisiones, cuando se ejerce la libertad desde lo femenino.
Desde los tiempos de la historia, la mujer es el lugar de encuentro. Es re-percusión, con todo lo que esta palabra conlleva: re- (volver a, reiterar), percusión (dar pequeños golpes y apreciar los cambios de sonoridad en los planos profundos).
La mujer re-percute una y cada vez  para hacernos conocer los distintos matices y estados casi ocultos, para hacerlos visibles y develar el misterio.
Así se torna en referente válido y trascendente de causa y efecto.
Ella vincula el tejido social y enhebra la cultura junto al hombre.
Hay en ella dos condiciones aparentemente antagónicas, que no lo son: la razón y la magia.
Es la tierra que anda, aquella que fructifica al recibir la semilla, es decir, es sinónimo de
madre-tierra.
En este emerger en todos los campos de la empresa de la vida, le es necesario hacer uso de la libertad.
Por lo tanto al emerger y enfrentarse con su entorno debe tomar decisiones.
La toma de decisiones, es un lugar de la ética y es una forma de liderar el cambio social.
El nuevo pensamiento para el Siglo XXI es: no repetir el modelo conocido e invitar a crecer juntos.
Esto es estar vivo, no simplemente durar, ni el simulacro de estarlo.
La mujer ha desarrollado facultades que devienen de su condición de sometimiento a través de la historia de los tiempos, una de ellas, tal vez la más importante, es la de la escucha fina. Otra es una capacidad rica y la tercera a destacar, la del sentido de prevención
ante el riesgo.  
Con este bagaje a su favor, la mujer debe enfrentar las barreras con coraje, pero coraje no es sinónimo de palabras sino de obras.
No admitamos las barreras, ni la diversidad, sino que nuestro propósito más importante
sea cultivar la unidad junto al hombre.
Una toma de decisión egoísta y unilateral es vergonzante.